top of page

Dos mentiras y una verdad

Alondra

Actualizado: 8 mar 2021

Eran las seis de la tarde de un miércoles cualquiera para todos, menos para mí. Ese día yo estaba por confirmar lo que sentía por ti. Días atrás me sentí extraña, todos los sentimientos que estaban naciendo en mí, eran nuevos y me asustaban y emocionaban al mismo tiempo. Llegué desganada a la sala, me eché en uno de los sofás y me quedé absorta en mis pensamientos mientras de fondo tú tocabas alguna melodía en el piano. Minutos después me incorporé de inmediato, como si mi cuerpo lo supiera, tú te acercaste. Nos sentamos dejando una distancia prudencial entre nuestros cuerpos y en silencio, mirando a la nada me perdí entre mis pensamientos y las miles de preguntas, dudas y demás cosas que pasaban por mi cabeza y tú, supongo que quizás también ó tal vez estarías en tu caja de ‘‘nada’’. Los silencios contigo no eran incómodos y eso me asustaba porque nunca antes me había sentido así con nadie. Siempre se me hizo un dilema hablar con gente del sexo opuesto porque soy muy tímida cuando de relacionarme con otros se trata y más si son chicos, me vuelvo un manojo de nervios y se me traban las palabras…pero contigo todo fue diferente, todo fluyó tan fácil y demasiado rápido. Estaba perdida en mi mundo hasta que rompiste el silencio preguntándome si estaba bien y yo te dije que sí, que solo me sentía un poco cansada. Primera mentira. Tú solo me sonreíste y yo recibí la tranquilidad que me trajo tu sonrisa en medio del caos que había en mi mente, pero al verte así por inercia me acerqué a ti desapareciendo el espacio entre nosotros. No sé en qué momento las luces de la sala se apagaron y solo había una pequeña luz que ingresaba por una de las ventanas, eso hizo que el lugar se hiciera más romántico, o quizás era solo mi imaginación. Podía sentir tu respiración pausada y me quedé quieta esperando que tú digas algo. Soltaste la pregunta sin rodeos - ¿Estás así por mí? - Imagino que, si hubiera luz, te habrías dado cuenta de que estaba roja hasta las orejas. Tragué duro antes de responderte y solté una risita falsa mientras te decía que estaba cansada y que dejaras de decir tonterías. Segunda mentira. Lo cierto era que tenías razón, yo estaba así por ti pero no me atreví a decirlo en voz alta y decidí mentirte. Mientras veía un pequeño brillo en tus ojos en medio de la oscuridad, sentí que el corazón se me iba salir del pecho. En ese instante no tuve dudas. Estaba profunda y locamente enamorada del chico que estaba a mi lado, tú.


22 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


©2021 por El Blog de Alondra. Creada con Wix.com

bottom of page